Mide la vida en días, no en años

A veces, se comete el gran error de medir la vida en años. Tal vez esta sea una de las razones por las que ochenta años tampoco parecen demasiado. Sin embargo… ¿Qué tal si aprendemos a medir la vida en días? Es decir, cada calendario te ofrece la posibilidad de vivir al máximo 365 días interminables con sus respectivas noches. Tiempo necesario para centrarte en tus proyectos personales y profesionales, pero sobre todo, para escuchar los verdaderos deseos de tu corazón.

Existe un mensaje universal de los libros de autoayuda y superación personal: Vive el aquí, disfruta del poder del ahora, olvídate del mañana. ¿Por qué es tan necesario que nos repitan hasta el aburrimiento ese mensaje? Sencillamente, porque la mente humana tiene sus trampas, por ello, puede viajar de forma rápida hacia el futuro o también, rememorar el pasado. Con esta actitud siempre existe un peligro: la de perder de vista que el presente es tu gran oportunidad vital.

Por ello, dentro de mi filosofía habitual de pensamiento positivo hoy me gustaría proponerte esta idea creativa. Suma tu vida no en función de los años que tienes sino en base a los días y a sus 24 horas que has tenido la oportunidad de saborear. Cada segundo puede ser eterno.